…DESPUÉS DE 11.420 DIAS COMO DOCENTE...

Yo tengo un sueño latinoamericano, por eso se que voy a morir olvidado,
así me he ganado el derecho a tener tantos enemigos y ser asiduamente puteado.

Como Galeano, me he resignado a tener un 90% de compatriotas pelotudos,
y de ellos un buen porcentaje metidos en el gobierno mamando impunemente la mierda.

Rosamaría es la mujer de la que yo me hubiera enamorado,
y Maria Rosa la que finalmente ha logrado ocupar ese puesto, seguramente y celosamente

 

ha cuidado que yo no desvaríe, pero finalmente cansada y desilusionada,
ha hecho lo mismo que yo, o sea, abandonarme solo, miserable y triste.

Como todo intelectual-oide que se precie, pienso mas de lo que escribo,
y lo que escribo lo pienso diez veces más de nuevo, sin darme cuenta, al fin y al cabo, que muy pocos leen, entienden y disfrutan lo que' escrito,

de todas maneras, me he resignado a ver en la escritura mas bien una actitud autoterapéutica, como la de un astronauta que estuviera para siempre varado en la luna.

Tengo 62 años vividos como latinoamericano argentino, sin poder separar esas palabras impunemente, abuela peruana, padre boliviano, amigos detrás de todas las fronteras,

y en la Argentina, espantosamente solo detrás de mis ideas,
sin desayuno, almorzando a medias y, a veces, espantosamente vegano.

Mi madre, peronista, pero con educación victoriana, con arranques de reinas y de divas, hoy, miserablemente rendida por los años, adoradora incondicional de Cristina,

mi padre, que se sintió tan orgulloso por el simple hecho de tener un hijo maestro de escuela, no me vio recibirme de abogado pero se que lo disfrutó en aquel lugar donde las almas nobles se quedan

.

En la realidad, he sido lo que he querido, poeta, escritor, músico, cantautor, galán, jornalero, vendedor, maestro, misionero, sacerdote, presidente de algo, comisionado de algo, consejero de algo, titulos ganados 

a puro corazón y alma sin saber jamás si en realidad, para algun otro algo ha significado. Y, finalmente, gracias a Cristina (no me canso de decirlo) abogado, y claro está: docente jubilado.

A veces, carajo, bendigo mi mente que me lleva a todas partes y me aclara tantas cosas, pero también la eterna duda que me queda de saber, si yo soy mi mente, o soy el que la usa,

se que necesitaria mil mentes para pensar todas las preguntas que me quedan o mil años solo para zanjar algunas cuantas de mis teorias, pensamientos, discusiones y disputas.

De todos modos, y luego de disgregarme, volviendo al principio del principio, soy latinoamericano argentino, y tengo un sueño, sueño que en el sur hacemos algo a lo que nunca nos hemos animado,

y que lo contagiamos a todo el continente, a todos los paises hermanos, y es animarnos a la hazaña  de ser "nosotros mismos" a consumar lo que empezamos cuando nos propusimos ser argentinos.

Aquí estoy, proponiendo a unos indios, negros, mojigatos, hinchas de fútbol, boludos tangueros  y mujeres de epopeya que nos aguantan todo sin volverse locas,

que hagamos esa Patria grande de "los libres del sud", como si fuera posible, y lo propongo simplemente así: ..."coronados de gloria vivamos,...o juremos con gloria morir"...(Rodac- 12/05/19)