EL JUEZ PERSEGUIDO...
Tal vez te sientas como el Martín Fierro injustamente rodeado,
Como el araucan Laftaro, traicionado por los suyos,
o como Caupolicán rodeado de rebeldes inexpertos,
o como Namuncurá decidido a no rendirse,
O como San Martín con el Triunvirato en contra,
o como Belgrano y su Ejército en harapos,
o como Alberdi y sus consejos ignorados,
y como Peron con su revolución a medias.
Porque estos se olvidaron de las Invasiones inglesas,
y del bloqueo artero de la escuadra francesa,
de las inmigraciones con sangre socialista,
inicio sindical y empresas mutualistas.
Estas luchando contra las mil cabezas
del imperio infernal que las levanta
a sangre y fuego contra los pueblos y las patrias
emergentes y jóvenes latinoamericanas
Por momentos, habrá momentos febriles
en los que no sabes porque insistes,
en llevar la justicia entre los dientes,
y sientes que, como si fuera una broma
la ley y la Constitución parecen inútiles en la mano,
y en cada foro esa sonrisa burlona y socarrona
que impide que la ley funcione, con los que siempre
lucharán para que no investigues y que no se sepa
para siempre las trenzas y delitos que los tiene
como autores, como cómplices o avaros aliados.
Pero tu persiste y sostén esa justicia todavía,
el pueblo, tus hermanos, en tí confían.
Abramos esta caverna de huesos escondidos,
esta caterva de socios en la sombra combinados
para poner a nuestra Nación de rodillas, coraje Alejo,
colega estimado, por el pueblo y para el pueblo, carajo.
Abramos el pozo, ventilemos la cueva, mostremos
las bajezas reales de estos delincuentes elegantes,
cipayos rendidos a la bandera de las estrellas,
sobre nuestra hambre, nuestra sed y nuestra honra.
Esta cabeza de playa que ha incado el enemigo
en nuestra tierra con ayuda de traidores serviles,
viles delincuentes que cobardemente nos entregan,
y se ríen del derecho que tanto respetamos.
Que ocultan en esa embajada de agentes dobles,
que no son diplomáticos, son agentes entrenados
para hacer de la justicia el hazmerreir del mundo,
y domeñar la tierra y sojuzgar sus recursos.
Mientras queden valientes que nos acompañen
y se atrincheren con nosotros al derecho,
demos la batalla como el Quijote que somos cada uno
y trensemos la lanza contra los molinos de viento.
Vamos adelante, Alejo, juez perseguido por ser justo,
espada del pueblo, voz del pueblo viviente argentino,
que no te achique nadie, ni tiembles ni dudes,
el pueblo está contigo en las históricas calles
de la Patria, como colega, como compatriota, te pido
que sostengas en alto el derecho y la ley y la voz
del pueblo argentino que sufre, espera y apoya
desde la trinchera de la furia y el valor.
La historia ha querido que la lucha hoy por hoy,
pase por los estrados de la justicia perseguida
y por las calles donde con la gente voy
a apoyar tu trabajo por mi querida República Argentina.
Rodac - 28/04/19
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