EL PRIMER MACANAZO DUELE MÁS...



Yo no sé, no pensaba volver a escribir en la semana,
pero pasó algo que me hizo estremecer las canas,
de nuevo, otra vez, como otras tantas.


Será que no hice el relevo de mis cuitas, me quedé atrás,
no lo puedo asimilar con normalidad, no me cabe
en la mollera. Me enardece, me subleva.


Un viejo montonero me dijo alguna ves: "No le temas,
el primer macanazo duele, los demás no importan",
o sea, que esto es más que un macanazo, mucho más:


¿No lo leyeron? “Una jubilada quiso quitarse la vida en el subte
porque no le alcanza para comer" tuve que
contener las lágrimas en el bar, porque encima...


...la jubiladita es parecida a mi mamá. Yo que la visito
todas las semanas, y me niego a que sea una persona
que esta demás, le pido consejo, le ruego.


Después leí: "Como una vez por día y tomo leche rebajada
con agua": el drama de una jubilada por la crisis económica.
Este macanazo lo sentí más. Dolió.


En mi juventud lo agarre al gendarme del cinturón
y lo bajé del caballo, y fue de igual a igual, pero,
hoy no, se me escapo, no lo pude agarrar.


“Casi 4 millones de abuelos no logran cubrir
sus necesidades básicas” ¿quien es capaz de soportar
4 millones de macanazos en la espalda así nomás?


¿Porqué leemos ese número sin imaginarnos esa cola
de viejitos? ¿no son una persona cada una, bajo el sol,
bajo la lluvia, como cuando van a cobrar?.


Pensé que ya había sufrido bastante, por el tema
de las vacunas, pero me vacunan estas noticias que
no pueden ser una nota más, yo no podría, leo:


"Cobran el haber mínimo, que ronda los $10.400,
y no tiene familiares que la ayuden. A partir de los
aumentos y las subas de los servicios sólo puede


alimentarse una vez al día". Me acordé de la desocupación,
tucumana en los tiempos de Onganía, días de mierda,
luchando a la par de los que ya no están.


El tucumanazo me volvió a la cabeza, cuando el
ingenio San Juan era una fogonera y todos hervíamos,
cada palabra era un fuego, un ansia, triunfal.


¿Que nos pasó? Antes había tanta rebeldía y tanta
necesidad interior de no dejar las cosas como están,
¿porque estos macanazos que nos pegan en la espalda


ya no nos hacen sentir? Porque si han conseguido que
depongamos toda esa rabia y esa bronca de antes,
entonces no nos queda nada y ¿que oponer? y los...


viejitos en el subte se podrán matar y ser una notita en
el diario y nada mas. Por eso lloro. No puedo parar.
Me voy a ver a mi viejita de 89 años y la voy a abrazar.


Tenemos 4 millones de viejitos para abrazar y te juro
no sé por donde empezar. Yo creo que el enemigo
se hizo invisible a nuestro corazón, estamos ciegos


del amor y el patriotismo que antes nos hacia indignarnos
y salir a la calle con mas furia y mas bronca y la certeza
de que esta vez la íbamos a ganar. ¿Qué pasó?

Rodac - 19/04/19


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