AYUDAS Y TRUCOS PARA VIVIR (NO LOS OLVIDES Y COMPÁRTELOS)

-. PARECE QUE ESTAS EN UN GRAN TEATRO:

-. Solo existen matados y matadores en el escenario, rodeados de una turba de espectadores que creen que eso es una película, una ficción.

-. En la trama hay un imperio entero que tiene el “síndrome del asesino serial” no busca justicia, ni tiene principios o valores, solo busca permanentemente excusas para matar, y desde Hiroshima que lo sigue haciendo prácticamente impunemente.

-. Se enfrenta contra muchos que tienen o padecen “el síndrome del sobreviviente” o sea, se sienten culpables de sobrevivir, creen que los que han muerto eran más dignos que ellos de sobrevivir y por eso se autodestruyen o se dejan matar.

-. Los espectadores somos esa gente estúpida que lo ve (o casi los ve) en una pantalla y cree que es una ficción y que eso no es real. No se dan cuenta que son las siguientes víctimas de la sed asesina imperial.

-. Algunos creen que Dios es el director de esta gran película, si es así, el guión es pésimo y la obra es horrible, acá los sinvergüenzas ganan todo y el bueno, el magnánimo pierde y padece todas las veces. No es tan buen Dios como nos ofrece.

-. Alguna vez vino un maestro que nos enseñó la parábola del buen samaritano, el que fue misericordioso y solidario, no fue primero a perseguir a los salteadores, primero fue solidario con el pobre herido y enfermo, y así se salvaron todos.

-. No cabe duda que en algún momento todos seremos el herido, todos seremos el saqueador y todos seremos el samaritano, porque en los conflictos humanos pasa de todo. Lo que quiso decir el maestro ese día es que la solidaridad y la misericordia los salva a todos.

-. Tenemos que superar todos los traumas tanto el asesino como el sobreviviente, y la herramienta ideal para dejar de ser uno y otro parece ser la solidaridad y la misericordia, los espectadores debemos dejar de ser los estúpidos mirones y entrar en la escena, porque esto no es una ficción.

-. En cuanto a ese dios que “todo lo sabe” o lo hizo todo muy mal o pensó que lo íbamos a resolver. Yo digo que somos muy jóvenes, somos una humanidad adolescente deslumbrada por el sexo, las drogas y la tecnología que no acierta a entender que si hay algo maravilloso en el universo…somos nosotros mismos.

-. O acaso es una mentira y hay seres viles que se ”disfrazan” de servidores o imitadores del tal “dios” para así dominar a la gente con una cuantas biblias y mentiras orquestadas, al tal punto de tener semejante poder. Porque…dos cosas…

-. Una: Que un tal quisinder y una tal lagarta hayan denostado a una parte de la gente como el “lastre” que ocasiona el déficit permanente de la economía del mundo y luego, como por arte de magia, aparezca un virus que extermina justo a esa gente señalada, me parece demasiada casualidad.

-. Dos: Que justamente lugares riquísimos de la tierra en muchos países “pobres” estén despoblados o hayan sufrido incendios o devastaciones tan grandes que haga posible que los que tienen inmensas fortunas los puedan mirar como futuros “negocios” también me parece demasiada casualidad.

-. Por eso es que yo les pido a mis hermanos algunas cosas:

1-. No seamos tan crédulos, no es ficción a nueve de cada diez humanos les va mal;

2-. Los que les va bien están estratégicamente ocultos de los demás;

3-. No perdemos nada, ninguna nación pierde nada con ser solidarios y misericordiosos unos con otros, por ahí no se va la riqueza de la humanidad.

4-. El sexo, la droga y la violencia son cosas de una humanidad adolescente y tenemos que superar esa etapa.

5-. Superemos también esa idolatría infantil de creer que un dios nos arreglará la vida. Teniendo el poder y la capacidad su hijo, ningún padre bueno le quitará al hijo la oportunidad de lograrlo por sí mismo.

6-. Dejar de fabricar armas para la guerra y en vez de eso fabricar elementos para la vida, esta pandemia, a pesar de todo, nos revela que esto es lo más importante.

7-. La muerte de tantas personas destruye la economía, muchos economistas se están dando cuenta que a pesar de todo el dinero que aparece en las computadoras de los bancos del mundo, el único dinero real es el que maneja la gente a diario.

8-. Ahora sabemos que con la gente que se va, se va el dinero que hubieran producido y nos queda el dilema de como rescatar sin que ambiciosos los roben, lo que dejan vacante.

9-. Pensemos entonces en los dos grandes tesoros de la humanidad, la gente y su formación, la educación y la salud de la gente enriquecen a la humanidad, no se conoce una manera más rápida y barata de hacerlo.

10-. No somos civilizados, apenas empezamos a hacerlo, todavía somos hordas humanas persiguiéndonos y matándonos en las praderas de la tierra, les ruego hermanos que cambiemos primero eso, sin biblias, sin pastores y sin jefes, cuando lo logremos seremos una civilización y podremos comenzar. Rodac - 05/06/2020