NUNCA DIGAS DESPUÉS, NO HAY DESPUÉS…

 

No hay un después de la pandemia. Se diluirá como una lluvia

En los caminos polvorientos de la historia y volverá

De cuando en cuando como un cartel viejo, volverá

A veces como un mal recuerdo, o no, si pasa algo peor.

Ya nunca volverá a ser todo igual, no será lo mismo,

Algunos se quedarán en la cuarentena eterna de los cementerios,

Tal vez cosas peores sobrevengan a los convencidos sobrevivientes,

Para convencerlos que tal vez no es una gracia haber sobrevivido.

No hay un después de la pandemia, porque la enfermedad

Fuimos nosotros, el coronavirus fue una cura, un remedio.

El mundo ahora tiene futuro, el que destruimos.

El réquiem del mundo, es, que nos hayamos ido.

 

Tal vez la naturaleza está cansada de todos nosotros,

Como de una costra maloliente y dolorosa,

Y de pronto saca fuerza de dentro de sí misma

Y se libra de una vez por todas de nosotros.

No me gusta polemizar, pero es polémico todo esto que pasa,

Es una serie en capítulos que nunca llega al clímax,

Un orgasmo que jamás empieza, peor que una lluvia

Que nunca llueve, y un cigarro  que jamás se fuma.

Por lo que sé, la naturaleza se renueva donde desaparecemos,

Pródiga, ocupa rápidamente los nichos que dejamos,

Con un entusiasmo que nosotros ya no tenemos,

Celebra nuestra huida con su fiesta clandestina.

Digamos que hemos sido y somos su castigo,

El depredador más dañino posible conocido,

El que no puede disculparse ni dar explicación posible,

De que su destino  sea un terrible e imponderable desatino.

No hay pospandemia, no hay después, esta pandemia

No se acabará nunca, nos tirará encima el escrache

Más altisonante de la historia, y seremos el hazmerreir

De todas las especies salvadas a nuestra costa.

Toda la creación, cuando hayamos pasado al pasado,

Podrá por fin respirar tranquila libre y sin verdugos.

Seremos el fracaso más rotundo de la historia y dignos

De algo peor que un cataclismo o un diluvio.

Rodac – 03/08/20.